Las emociones son mensajes, no enemigos. Cada una tiene una función: el miedo protege, la tristeza libera, la alegría conecta.

Reprimir las emociones no las elimina, solo las intensifica. Aprender a reconocerlas, nombrarlas y canalizarlas es parte esencial del bienestar emocional. Escuchar sin juzgar lo que sentimos es un gesto de respeto hacia nosotros mismos.

Ejercicio práctico

 Practica el semáforo emocional:

🔴 Detente y nombra lo que sientes.

🟡 Identifica qué lo causa.

🟢 Elige una acción sana (hablar, respirar, descansar).

No hay emociones malas: todas tienen algo que enseñarte.