Volver al colegio o al instituto puede generar ansiedad en muchos niños y adolescentes. A veces se manifiesta en forma de dolores físicos, irritabilidad, falta de concentración o miedo intenso a separarse de casa. Como madres, padres o educadores, es importante saber cómo actuar desde la comprensión y el acompañamiento.

¿Qué es la ansiedad escolar?

La ansiedad escolar es una respuesta emocional que se presenta ante situaciones académicas que el niño o adolescente percibe como amenazantes. No siempre se trata de “no querer ir al cole”, sino de un malestar real que puede tener múltiples causas: miedo al fracaso, presión social, dificultades con algún profesor o incluso bullying.

Señales de alerta que no debes pasar por alto

Dolores de cabeza o barriga sin causa médica aparente
Cambios de humor repentinos antes de ir al colegio
Irritabilidad o llanto frecuente
Evitación de actividades escolares o tareas
Dificultad para dormir los domingos por la noche
Bajo rendimiento académico sin causa clara

¿Qué puedes hacer desde casa?

1. Escucha activa y sin juicios
Brinda un espacio donde puedan expresarse sin miedo. Evita minimizar sus emociones con frases como “no es para tanto” o “todos pasan por eso”.
2. Rutinas estables y predecibles
Las rutinas ayudan a generar sensación de control y seguridad. Intenta mantener horarios estables para dormir, comer, estudiar y descansar.
3. Refuerza lo positivo, no solo el resultado
Premia el esfuerzo, no solo las notas. Reconocer lo que hacen bien fortalece su autoestima y reduce el miedo al fracaso.
4. Busca apoyo profesional si el malestar persiste
Si la ansiedad interfiere con su día a día, puede ser el momento de acudir a consulta. Un acompañamiento psicológico puede marcar una gran diferencia.

La ansiedad escolar no es una etapa que “se pasa sola”. Con el acompañamiento adecuado, es posible transformarla en una oportunidad para crecer, entenderse mejor y adquirir herramientas emocionales para toda la vida.