Dormir mal afecta al ánimo, la memoria y la concentración. El cuerpo necesita señales para entender que ha llegado la hora de descansar.

Evitar pantallas, comidas copiosas y preocupaciones antes de dormir mejora la calidad del descanso. Un ritual nocturno repetido cada día enseña al cuerpo a relajarse. También ayuda practicar la gratitud o escribir pensamientos antes de acostarte.

Ejercicio práctico

Diseña tu ritual de sueño:

  • Apaga pantallas 30 minutos antes.
  • Realiza una actividad tranquila.
  • Escribe tres cosas por las que agradeces el día o preocupaciones que dejas para mañana.

Dormir bien no es un lujo, es una necesidad emocional. Regálate ese descanso.