El movimiento no solo fortalece el cuerpo: también regula las emociones. El ejercicio ayuda a reducir el estrés, mejora el ánimo y potencia la autoestima.

Al movernos, liberamos endorfinas y reducimos el cortisol, la hormona del estrés. No se trata de entrenar duro, sino de moverse con placer y constancia. Caminar, bailar o hacer yoga son formas sencillas de cuidar cuerpo y mente.

Ejercicio práctico

Elige una actividad que disfrutes y hazla 20 minutos, tres veces por semana.
Después de cada sesión, anota cómo te sentías antes y cómo te sientes después.

Cuidar tu salud mental también pasa por mover el cuerpo con cariño.