Mi historia es también mi inspiración

Desde pequeña descubrí la importancia de la ayuda psicológica, porque yo misma necesité apoyo en un momento de mi vida.

Una vivencia que despertó mi vocación

Aquella experiencia me hizo ver lo valioso que es tener a alguien que te acompañe, te escuche y te dé herramientas para seguir adelante. Ese fue el punto de partida que despertó en mí la vocación por la psicología. Estudié la carrera de Psicología y posteriormente realicé el Máster en Psicología Sanitaria, lo que me permitió especializarme en el trabajo clínico con diferentes perfiles.

Formación que da sentido a lo que hago

Me mantengo en constante aprendizaje para seguir creciendo personal y profesionalmente, y poder ofrecer intervenciones cada vez más ajustadas y sensibles a cada persona.

Un enfoque integrador al servicio de ustedes

Mi objetivo es ofrecer un espacio cercano, seguro y profesional, en el que niños, adolescentes y adultos se sientan comprendidos y acompañados en su proceso. Creo firmemente en un enfoque integrador, utilizando diferentes herramientas terapéuticas siempre desde la empatía, el respeto y la confianza.

¿Por qué elegirme?

Elegir a la persona con quien compartir un proceso terapéutico no es una decisión fácil, y lo entiendo profundamente. Por eso, más allá de mi formación y experiencia, quiero que sepan que cada persona que llega a consulta es única y merece un acompañamiento auténtico

Experiencia desde la empatía

No solo conozco la psicología desde los libros, también desde mi propia vivencia.

Especialización

Mi formación está centrada en el trabajo con niños, niñas,
adolescentes y adultos, adaptando cada sesión a las necesidades y características de cada persona.

Un espacio seguro

Mi consulta es un lugar de escucha, confianza y respeto. Aquí no se trata solo de avanzar, sino de hacerlo a su ritmo.