Desde pequeña descubrí la importancia de la ayuda psicológica, porque yo misma necesité apoyo en un momento de mi vida.
Aquella experiencia me hizo ver lo valioso que es tener a alguien que te acompañe, te escuche y te dé herramientas para seguir adelante. Ese fue el punto de partida que despertó en mí la vocación por la psicología. Estudié la carrera de Psicología y posteriormente realicé el Máster en Psicología Sanitaria, lo que me permitió especializarme en el trabajo clínico con diferentes perfiles.
Me mantengo en constante aprendizaje para seguir creciendo personal y profesionalmente, y poder ofrecer intervenciones cada vez más ajustadas y sensibles a cada persona.
Mi objetivo es ofrecer un espacio cercano, seguro y profesional, en el que niños, adolescentes y adultos se sientan comprendidos y acompañados en su proceso. Creo firmemente en un enfoque integrador, utilizando diferentes herramientas terapéuticas siempre desde la empatía, el respeto y la confianza.
Elegir a la persona con quien compartir un proceso terapéutico no es una decisión fácil, y lo entiendo profundamente. Por eso, más allá de mi formación y experiencia, quiero que sepan que cada persona que llega a consulta es única y merece un acompañamiento auténtico
No solo conozco la psicología desde los libros, también desde mi propia vivencia.
Mi formación está centrada en el trabajo con niños, niñas,
adolescentes y adultos, adaptando cada sesión a las necesidades y características de cada persona.
Mi consulta es un lugar de escucha, confianza y respeto. Aquí no se trata solo de avanzar, sino de hacerlo a su ritmo.